LA ACEPTACIÓN SOCIAL
La aceptación social entendida como el grado en que un niñ@ es querido@y aceptad@ o rechazad@en su grupo de iguales, ha llamado poderosamente la atención a los estudiosos de la conducta infantil y adolescente, debido a la importancia que tiene como índice de ajuste y adaptación porque se aprecia claramente que la baja aceptación social es un factor de riesgo importante (Asher y Coie, 1990; Monjas, 1992; 2002; Newcomb, Bukowski y Pattee, 1993).
Cuando hablamos con nuestr@s hij@s sobre las relaciones que tienen en su colegio y/o instituto, suelen comentarnos y hablarnos de l@s popu, l@s margis…
Se ha desarrollado un sistema de clasificación basado en los siguientes índices
- Populares o Aceptados: Son los sujetos que tienen alta aceptación y bajo rechazo.
- Rechazados o Margis: Son los sujetos que tienen baja aceptación y alto rechazo.
- Ignorados: Son los sujetos que tienen baja aceptación y bajo rechazo.
- Controvertidos: Son los sujetos que tienen alta aceptación y alto rechazo.
- Medios: Son los sujetos que tienen aceptación media y rechazo medio.
Es importante que nuestros hij@s trabajen la Asertividad, la conducta interpersonal que implica la expresión directa de los propios sentimientos y la defensa de los propios derechos personales, sin negar los derechos de los otros. En palabras de Olga Castanyer (1996, p. 21), “es la capacidad de autoafirmar los propios derechos, sin dejarse manipular y sin manipular a los demás”.
En las relaciones interpersonales, se describen tres posibles estilos de respuesta interpersonal: inhibido, asertivo o agresivo.
(a) Estilo inhibido caracterizado porque no se expresan los propios sentimientos, pensamientos y opiniones, o se hace con falta de confianza. Es un estilo pasivo, conformista y sumiso. La persona inhibida no se respeta a sí misma ni se hace respetar.
(b) Estilo asertivo que implica que se expresan los propios sentimientos, necesidades, derechos y opiniones, pero respetando los derechos de las demás personas. La persona asertiva dice lo que piensa y siente y escucha a los demás; tiene confianza en sí misma; se respeta a sí misma y respeta a los y las demás.
(c) Estilo agresivo que supone que se defienden los propios derechos y se expresan los propios pensamientos, sentimientos y opiniones, por encima de las demás personas. Es un estilo autoritario y dominante. La persona agresiva no respeta a las y los demás.
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